Cómo evitar dinámicas promocionales que incentiven las trampas

Miquel Bonfill
Miquel Bonfill
En Easypromos, llevamos más de una década ayudando a marcas y agencias a lanzar campañas promocionales online. Y aunque cada campaña es distinta, hay un patrón que se repite una y otra vez: ideas bien intencionadas que sobre el papel parecen totalmente razonables, pero que en la práctica, acaban provocando comportamientos tramposos.

Cuando diseñamos una promoción, lo hacemos pensando en objetivos positivos: vender más, conseguir nuevos contactos, generar participación o fidelizar a nuestros clientes. De hecho, el éxito de la campaña se mide justamente por cómo evolucionan estos indicadores. Todo nuestro trabajo, desde la planificación hasta la comunicación, se enfoca en hacer que esos números crezcan de forma sana y sostenible.

Pero pocas veces hablamos de los anti-objetivos: esos efectos no deseados que, si no se gestionan bien, pueden acabar dañando la reputación de nuestra marca. Y no me refiero solo a errores técnicos o imprevistos inevitables, como una caída del sistema o problemas de conexión, sino a riesgos mucho más silenciosos, pero igual de peligrosos: los que se derivan de un mal diseño conceptual de la promoción.

Porque una mecánica mal planteada no solo puede frustrar a los participantes o generar quejas; también puede incentivar comportamientos tramposos, crear desigualdad entre usuarios o, en el peor de los casos, desencadenar una crisis de confianza en tu comunidad.

Por eso, cuando planteamos una acción promocional, no basta con pensar en lo que queremos conseguir. También es fundamental anticipar qué errores debemos evitar desde el principio. Solo así lograremos campañas seguras, alineadas con los valores de nuestra marca y, sobre todo, sin sobresaltos.

Porque no hay nada que genere más tensión que una promoción que empieza bien, pero poco a poco se convierte en un problema: quejas de usuarios, sospechas de trampas, sensación de injusticia… Y lo que parecía una idea brillante, se vuelve una fuente de preocupación constante.

Aquí van tres escenarios reales que parecen lógicos pero que pueden volverse en tu contra.


Juegos: premiar al jugador con más puntos

Sobre el papel suena genial: creamos un juego divertido, lo lanzamos al público, y premiamos a quien obtenga la mejor puntuación. ¿Qué podría salir mal?

Pues mucho. En cuanto hay un premio en juego, algunos usuarios empiezan a buscar cualquier resquicio para sacar ventaja. ¿Qué cosas hemos visto?

  • Intentos de parar o manipular el cronómetro del juego para tener más tiempo o registrar una mejor puntuación.
  • Modificar los parámetros de la URL para alterar el comportamiento del juego o simular resultados.
  • Escanear todas las URLs de la plataforma para descubrir contenido oculto, respuestas de quizzes o endpoints vulnerables.
  • Uso de herramientas de inspección del navegador para ver el código fuente y encontrar respuestas, variables clave o funciones manipulables.
  • Bots automatizados que juegan miles de veces para conseguir una puntuación alta o aumentar las probabilidades en un sorteo.
  • Repetir el juego cientos de veces, detectando patrones o bugs que permiten mejorar el resultado injustamente.
  • Modificar archivos locales del navegador para simular avances o resultados falsos.
  • Simular múltiples usuarios o identidades falsas para acumular participaciones (multiaccounting).
  • Uso de proxys o VPNs para saltarse restricciones geográficas.
  • Compartir soluciones en foros o grupos de mensajería para ganar ventaja colectiva.
  • Captura del tráfico web con herramientas externas para entender cómo se comunica el juego con el servidor y manipular las peticiones.
  • Captura de pantalla y OCR inverso para resolver mecánicas visuales o detectar respuestas correctas en quizzes.
  • Ingeniería inversa de archivos JavaScript para entender el funcionamiento interno del juego y encontrar vulnerabilidades.

En Easypromos contamos con un equipo dedicado exclusivamente a la seguridad que monitoriza la plataforma, revisa nuevas vulnerabilidades y actualiza nuestros sistemas antifraude. Sin embargo, el ecosistema digital es dinámico, multidispositivo y multinavegador, y la creatividad para hacer trampas es prácticamente infinita.

Por eso, aunque mantenemos un control estricto y reaccionamos rápido ante cualquier intento de abuso, no existe la seguridad absoluta en ningún entorno online. La mejor defensa sigue siendo un buen diseño de la mecánica.


¿La solución?

No premies directamente al participante con mayor puntuación. Lo ideal es dar un premio simbólico a los primeros del ranking y sortear el premio de mayor valor entre los que superen un umbral de puntos exigente sin que llegue a ser disuasorio. Deja que el juego sea divertido y competitivo, pero no pongas el foco en el ‘Top 1’.


Concursos de votos: el más votado gana

Otro escenario muy habitual es el clásico concurso de fotos o vídeos donde el público puede votar a sus candidatos. En este caso, nuestra recomendación en mayúsculas es no dar el premio al concursante o candidato más votado porque lo que en teoría debería fomentar la viralidad puede acabar convirtiéndose en una carrera de trampas: cuentas falsas, scripts automáticos, grupos en Telegram para intercambiar votos, etc.

Es verdad que tras más de 15 años de experiencia gestionando concursos de votaciones, podemos sacar pecho y afirmar sin rubor que la manipulación técnica de un concurso de votos de Easypromos es prácticamente imposible. Contamos con múltiples mecanismos antifraude que bloquean bots, scripts automatizados, cuentas falsas o votaciones masivas desde IPs o dominios sospechosos. Además, en Easypromos no hay votaciones anónimas: para emitir un voto, el usuario debe estar correctamente identificado y eso ya de por sí es una barrera muy costosa de franquear incluso para los tramposos con más voluntad.

Ahora bien, incluso con todas estas garantías técnicas, desaconsejamos otorgar el premio al candidato más votado porque puede pasar que sin hacer ningún tipo de trampa un candidato acumule una cantidad de votos desproporcionada respecto al resto de participantes.


¿Cómo puede pasar algo así sin hacer trampa?

Muy sencillo: algunos candidatos tienen una capacidad de convocatoria mucho mayor que otros, y eso genera resultados desproporcionados sin romper ninguna norma. Casos reales que hemos visto:

  • Influencers con miles o millones de seguidores que piden el voto desde su perfil.
  • Streamers que mencionan el concurso en pleno directo.
  • Administradores de páginas de Facebook con comunidades muy activas.
  • Gestores de grupos de Telegram o WhatsApp que movilizan a miles de personas en cuestión de minutos.

En cualquiera de estos casos, el candidato por el que pidan el voto recibirá un número elevadísimo de votos en poco tiempo sin hacer ningún tipo de trampa, todo será perfectamente legal… pero rompe el equilibro del concurso. El resto de participantes, al ver que no tienen ninguna posibilidad de alcanzar ese volumen de votos, pierden la motivación y dejan de participar.


¿Qué efecto tiene esto en la campaña?

Lo que debía ser una acción viral y positiva para la marca se convierte en una experiencia frustrante para la mayoría. Y eso acaba afectando tanto al engagement como a la percepción del concurso.


¿Cómo evitarlo?

Los votos pueden ser una buena herramienta para generar visibilidad, pero no deben ser el único criterio para elegir ganadores. Por eso, recomendamos utilizar el sistema de votaciones como una fase previa o secundaria, no como criterio único para elegir al ganador. Una buena práctica es seleccionar a los finalistas entre todos aquellos que tienen un número mínimo de votos y luego hacer un sorteo entre ellos, o bien, crear un premio honorífico o simbólico para los más votados pero que el mayor premio se otorgue mediante la decisión final de un jurado o por sorteo. Así conservas el valor de la viralidad sin comprometer la equidad ni la experiencia del resto de usuarios.


Validación de tickets: premiar a quien más compre

Con la introducción del sistema de validación de tickets de compra con IA de Easypromos, hemos visto la proliferación de las promociones del tipo ‘compra y gana’ donde el usuario tiene que subir un ticket para validar su compra.

A primera vista, premiar al que más compra parece una estrategia de fidelización lógica y atractiva. ¿Cómo no íbamos a recompensar a nuestros mejores clientes? Si el objetivo de la campaña es incentivar las ventas, tiene sentido reconocer a quien más ha consumido durante el periodo promocional.

Sin embargo, esta es una de las mecánicas más delicadas y propensas al fraude. Porque en cuanto hay un premio importante en juego, algunos participantes dejan de comportarse como clientes y pasan a comportarse como jugadores decididos a ganar cueste lo que cueste.

La buena noticia es que la validación IA de Easypromos detecta automáticamente tickets duplicados de un mismo usuario, intentos de reutilizar el mismo ticket por varios usuarios, manipulaciones manuales y digitales de tickets. En otras palabras, las antiguas técnicas de duplicación de tickets ya no sirven, la IA las ha dejado obsoletas. Ahora bien, de la misma forma que en el escenario anterior había usuarios que eran capaces de acumular muchos votos de manera legal, también es posible que haya usuarios que se dediquen a acumular tickets descartados (por ejemplo rebuscando en las papeleras cercanas a las cajas registradores) o bien pidiendo directamente los tickets de compra a familiares y amigos que no participan en la promoción. Así que nos volveremos a encontrar un escenario donde unos pocos usuarios (los más entregados y con perfil concursero) hacen lo imposible para conseguir subir en el ranking de compras.

El problema principal aquí es la pérdida de credibilidad. Otros participantes detectan rápidamente que hay “trampas” o comportamientos sospechosos y eso genera frustración, quejas, mala imagen e incluso reclamaciones públicas. Además, la marca asume una carga operativa enorme, teniendo que revisar manualmente tickets, justificar decisiones y responder a incidencias que desgastan al equipo y diluyen el objetivo inicial de la campaña.


¿Cómo evitarlo?

Nuestra recomendación es clara: nunca premies directamente al que más compra. En su lugar, te proponemos alternativas más justas y sostenibles:

  • Sorteos entre todos los participantes que acrediten una compra válida.
  • Sistemas de hitos: por ejemplo, recibir un cupón o una recompensa al realizar 1, 2 o 3 compras verificadas.
  • Gamificación de las compras: con monedas virtuales o puntos que se consiguen por cada compra y que se pueden canjear, siempre limitando el número máximo por usuario.
  • Premios asegurados mediante dinámicas del tipo ruleta de premios o rasca y gana, con un número máximo de premios por usuario.

En todos los casos, la clave está en diseñar una mecánica donde no importe quién compra más, sino quién participa de forma correcta y transparente.


Conclusión: tenemos buenas noticias

Diseñar una promoción efectiva y segura es totalmente posible. Solo hace falta entender cómo se comportan los usuarios cuando hay un premio en juego, y anticipar los escenarios de riesgo.

En Easypromos hemos desarrollado múltiples mecanismos antifraude, pero la mejor defensa sigue siendo un buen diseño desde el principio.

Si estás planificando tu próxima campaña y tienes dudas, cuenta con nosotros. Te ayudamos a diseñar una dinámica que cumpla tus objetivos sin poner en riesgo la integridad del concurso ni la reputación de tu marca.

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